De eso es, exactamente, de lo que trata la genealogía: de apellidos y linajes, pero, cuidado…¡no hay que confundir estos términos!
El apellido es el nombre de familia que sigue al nombre de pila y que sirve para distinguir a unas personas de otras.
El linaje, en cambio, es el conjunto de parientes que están unidos por vínculos de sangre y que comparten las mismas señas de identidad: el apellido y el escudo de armas.
No todos los apellidos tienen escudo propio, porque no todas las personas que tienen el mismo apellido descienden de un antepasado común. Y, precisamente por eso, los escudos pertenecen a los linajes y no a los apellidos (así que, mucho cuidado con aquellos que encuentran fácilmente escudos para todos, porque es posible que hayan “ayudado artificialmente” a su asignación). Solamente un auténtico estudio genealógico permite establecer si a un apellido le corresponde un determinado escudo u otro o… quizá ninguno. Tampoco lo necesitamos para nuestra actual vida diaria, ¿verdad?
La genealogía puede realizar el estudio de los apellidos de tres maneras diferentes:
- Investigando el linaje patrilineal (o sea, por el apellido del padre), también llamado agnaticio, directo, recto o de varonía.
- Investigando el linaje matrilineal (es decir, por el apellido materno), también llamado cognaticio, de linaje uterino o de ombligo.
- Investigando el árbol de costados, que incluye la ascendencia próxima total de una persona (incluyendo a hermanos, cuñados, sobrinos, consuegros, y a cualquier pariente al que se pueda unir al árbol propio).
Quizá comprenderemos mucho mejor estos conceptos con un pequeño gráfico del linaje que arranca con «Perico de los Palotes»:
Como veis, el linaje abarca a la familia al completo. La línea, es el conjunto de personas que, dentro de cada linaje, provienen de uno de sus miembros, formando una descendencia diferenciada (en nuestro caso, las líneas las forman los hermanos “de los Palotes”). Y la rama, la forma la descendencia de cada línea (en el dibujo, serían los primos “de los Palotes” que tienen en común el primer apellido pero no el segundo).
Durante siglos, pertenecer a un linaje determinado podía representar la diferencia entre la riqueza y la pobreza. Poder afirmar que uno provenía de “sangre noble” implicaba exenciones de impuestos, influencias políticas, derechos sobre tierras y muchos otros beneficios (generalmente económicos). Por ello, siempre había personajes sin escrúpulos que se inventaban una digna ascendencia para conseguir aquello que se proponían.
¿Habéis visto la película “Destino de Caballero” (A Knight’s Tale)? Es un ejemplo válido para lo que os explico: el bardo amigo del protagonista se inventa una genealogía completa para que el bueno de William Thatcher pase a convertirse en Ulrich von Lichtenstein de Gelderland y pueda competir en un torneo por el amor de la bella Jocelyn.
Aunque, claro, no siempre que se falsifica una genealogía las intenciones son tan puras ni tan románticas como las de William…
Hoy no necesitamos inventarnos una identidad como tiene que hacer el protagonista de la película. No nos hace falta saber que descendemos de algún personaje ilustre o de un simple campesino o pastor.
Nosotros queremos conocer nuestra genealogía porque el ser humano es curioso por naturaleza.
La curiosidad nos lanza a romper los límites de nuestra realidad, nos impulsa a descubrir nuevos horizontes, nos ayuda a romper dogmas y cadenas, nos descubre conexiones insospechadas… si quieres satisfacer tu curiosidad y saber de dónde vienes, estaré encantada de ayudarte.
Ángeles Gutiérrez Lapi.
filogenea.com
Una entrada muy interesante.
Me alegro de que te haya gustado, Carles! Intentaré superarme entrada a entrada! Un cordial saludo!
Muy interesante y me encantan los nombres y apellidos del ejemplo de linaje, juas!
Bueno, aquello de que «la letra con sangre entra» no es cierto en absoluto. Si encima os divertís, mucho mejor!!! Gracias, Isabel!!
Muy buena entrada. Han pasado muchos años pero la historia permanece. Montoro sigue a favoreciendo a la «sangre noble».
Pero recuerda que en la película el hijo del artesano se queda con la chica noble. Eso quiere decir que, entonces y ahora, somos dueños de nuestro destino. Solo hace falta creer en nosotros mismos para vencer los obstáculos.¡Mucha suerte en tus batallas, José M.!
Hola. Mi nombre es Irma Bentanocourt. Vivo en Montevideo, Uruguay. Busco datos de mi tatarabuelo, de origen canario, y que emigró a Uruguay alrededor del año 1850 ( aproximadamente, según cálculos que hicimos entre familia), su nombre era Pablo Bentancourt, agradecería si tuvieran información para compartir sobre su lugar exacto de nacimiento, fecha, datos de su familia, etc, Sdos desde Uruguay.
Buenos días, Irma. Lamento decirle que con los datos que proporciona es casi imposible localizar a su antepasado, ya que el apellido Betancourt es muy corriente en las Islas Canarias; harían falta fechas más exactas o datos más amplios (como su segundo apellido o los nombres de sus padres) para poder encontrarlo. Le recomiendo que se ponga en contacto con alguna asociación de genealogía de las Canarias, donde posiblemente tengan un abanico más amplio de posibilidades. Mucha suerte y gracias por confiar en filogenea.com.