¡¡Bueno… está claro que no hay nada imposible y que con un poco de ayuda, todavía menos!! ¡¡Cuántas cartas importantes, de amor, de tristes noticias, de alegres nuevas, de rupturas, de negocios exitosos, de novedades de ultramar, habrán llevado durante años los carteros a nuestros ancestros!!
Y de vez en cuando, vaciando el piso de nuestros padres, tíos o abuelos porque ya se han ido, nos encontramos en una caja escondida en un rincón de un armario, un pequeño tesoro hecho de sobres y postales, atado con un delicado lazo, donde se esconden secretos y misterios que nunca hubiéramos imaginado… y entonces una lágrima resbala por nuestra mejilla imaginándolos riendo, llorando, soñando…

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